Manuel CASTAÑO, 29-09-12
Posiblemente a más de uno de los lectores le venga
sobrada la información y los comentarios del tema que tratamos hoy. Y hasta
tengo la completa convicción de que algunos me tacharán de repetitivo,
maniático y obsessivo al insistir
una vez más sobre las ventajas que nos ofrece el dichoso cinturón de seguridad y los sistemas de retención cuando conducimos
o viajamos en un vehículo.
Admitiendo que
los que están posicionados a la defensiva pudieran llevar algo de razón en esta
lid, trataré de presentar mis argumentos defensivos, no tanto para protegerme
del ataque, sino más bien para resaltar, una vez más, la importancia y
maravillas de usar siempre y de forma adecuada este sistema de protección: por
seguridad y por cumplimiento de lo establecido en el reglamento de Circulación.
Es decir, por salud y por ética, porque ante un accidente que suframos estos
sistemas de seguridad activa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Una de las
razones que me ha movido a ser pertinaz
con las ventajas de uso de los sistemas de retención, es el informe que estoy
leyendo y que ha emitido la Dirección General de Tráfico, resultado de la
campaña de mentalización social que ha realizado el 12 de septiembre del actual
año, coincidiendo con el indicio del curso escolar. ¡A ver si algunos padres,
madres y abuelos se enteran de que su vida es importante, pero sobre todo la de
sus hijos y nietos, a los que muchas veces llevan sin las medidas protectoras
adecuadas en el itinerario casa-colegio!
Los datos de este
informe no dejan de sorprender y ya me
dirán que se pueden considerar de extrema gravedad pues en los 400.000
vehículos controlados, 294 menores viajaban sin el cinturón de seguridad o sin
sistema de retención infantil (la sillita adaptada a su estatura, edad y peso).
La DGT resalta también como dato altamente significativo que pese a los
mensajes difundidos por diferentes organismos y el conocimiento general que se
tiene de que su uso reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente,
más de 4.500 personas circulaban en vehículos sin hacer uso del mismo. Por si fuera poco y para redundar en mis argumentos, de
todos los infractores pillados (pese a que se había avisado de la campaña), 2.931
eran conductores y 1.364 pasajeros, es decir, que los conductores mal, pero los
viajeros ni pierden baza.
No me negarán ahora que, pese a que hemos progresado en los niveles de
civilización y a la amplia y reiterada información emitida por la DGT, es
inadmisible que haya casi un uno por ciento de cavernícolas circulando por
nuestras carreteras sin ponerse el cinturón.
De nada servirá que la DGT siga
insistiendo en la importancia de la seguridad de los usuarios de las vías, si algunas
acémilas pasan de leyes, consejos y cuidado de su salud. La solución pasa por una
responsabilidad compartida entre todos los usuarios, responsabilidad que se
asume y ejercita siempre y cuando cada uno de nosotros seamos personas
educadas, respetuosas y cumplidoras de la ley, como lo es la mayor parte de los
ciudadanos.
Así pues, si el caso suyo no se
refleja en la parte negativa de mi artículo, ánimo, felicidades y adelante con
el buen ejemplo e impidiendo que nadie de cuantos se suban en su vehículo
viajen sin el sistema de retención adecuado. Y si, por el contrario, se ha
sentido incluido en el grupo cavernícola, perdóneme por las formas, pero no por
el fondo de la cuestión, ya que, desde hoy, le hemos animado a tomar en serio
la prevención de su vida y la de sus seres queridos. Porque, más allá de la 'obligación legal',
el uso de cinturón de seguridad, para todos los ocupantes de un vehículo y de
forma permanente, tiene sentido, aunque se trate de desplazamientos muy cortos,
tanto en zonas urbanas como no urbanas. No hay excusas que justifiquen el no uso del mismo, pues
todas las investigaciones confirman sus ventajas. El cinturón es una da las
formas más sencilla, económica y segura de salvar la vida y por suerte lo
tenemos gratis en todos los coches. ¡Abrocharse al cinturón es garantía de
salud y vida!
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