Ocho meses sin permiso de conducir y | 18.000 euros de sanción. |
M. Castaño, 17-03-13
No es la primera ni la última vez que abordaremos
este tema de máxima importancia social y vial. Los numerosos incidentes en
fechas recientes no son un caso aislado, como los de corrupción o desvío de
capital a los paraísos fiscales. ¡Estamos rodeados de ciudadanos infractores
que quieren ser diferentes a los demás y a las normas, cuando lo ideal y ético
es que, por ser quienes son y el calado social que tienen, deberías ser unos
modelos a seguir. La lista de
celebridades con infracciones viales graves se multiplica y nada más hace falta
tirar de la memoria, recurrir a las hemerotecas o cualquier buscador de
internet para insertar en el archivo a futbolistas, toreros, cantantes,
políticos… que pisan demasiado el acelerador,
que empinan el codo de alcohol o coquetean con las drogas, que no
circulan sin el cinturón o el casco, que llevan a sus hijos sin los sistemas de
retención o en su regazo, que cruzan en rojo o fuera de los pasos peatonales,
que conducen sin permiso o con los puntos caducados, que llevan el coche con el
brazo o pié escayolado… Es tan larga la lista de modelos infractores y tan graves
las faltas que comenten, que, he decidido obviar los nombre para exponer la
razón fundamental de mi mensaje: quienes tienen relevancia en la vida social,
política y religiosa, no sólo tienen que dar ejemplo. Porque, por su posición y
referencia, además de ser honestos, deben parecerlo y predicar con el buen
ejemplo. Una sociedad sin referentes éticos y morales, sin modelos y líderes a
imitar, sin referentes positivos, es una sociedad en deterioro y decadencia,
porque nuestros prójimos, los que están a nuestro lado, sobre todo los más
pequeños, necesitan tener paradigmas para no perder el norte y llegar a la
conclusión de que todo vale, y que además, suelan quedar inmunes o sancionados a la baja.
Ortega Cano triplicaba la tasa de alcoholemia |
Pero lo que me duele y alarma es que la justicia
actúe de forma relajada y, sobre todo, que los propios ciudadanos no sancionen
o, incluso, apoyen y refuercen esas conductas y acciones disruptivas. Porque
cuando hay actuaciones graves contra la norma, la salud e incluso la vida,
tenemos que ser muy duros y reclamar la tolerancia cero, en vez de tratar de
justificar como un error humano o con matices personales. No es válido
justificar las actuaciones de los modelos negativos. No es deseable potenciar
estas actitudes y falta de valores. Lo positivo es pedir que estos prescriptores
sean un punto de referencia, sobre todo para los más pequeños. ¿Por qué todos
entendemos y apoyamos que la DGT sancione a cinco conductores de transporte
escolar por ir borrachos y nos dividimos en opiniones y sanciones cuando se
trata de un futbolista que supera los 200Km/h o un torero que conduce ebrio? ¿A
caso tenemos diferentes raseros cuando y juzgamos a los famosos somos
tolerantes y partidistas justificando lo injustificable, olvidando la gravedad
de los hechos?
En este sentido, recordaba la decisión del fiscal
que, actuando con rigor, mandaba a la cárcel a tres responsables políticos que
habían cometido malversación de fondos, basando su argumentación en que
deberían ser un ejemplo de honradez para que a nadie se le ocurriera pensar que
este tipo de delitos quedarían impones o pactados a la carta. No estaría nada
mal que ante las infracciones viales, quienes tiene más dinero y más calado
social fuesen tratados con más rigor para que también cunda el pánico y el
exterminio de los falsos modelos socioviales. Por eso me ha gustado la sanción
impuesta a Benzema y el cariz que está teniendo el juicio contra Ortega Cano.
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