jueves, 30 de agosto de 2012

EDUCACIÓN VIAL PARA LA CIUDADANÍA EN EL CURRÍCULO


Informar, formar y educar vialmente.
M. CASTAÑO, 30-08-12
Ignoro si alguno de los lectores puede estar en consonancia, positiva o negativa, con los planteamientos que vierto semanalmente en esta columna. Unos contenidos de hondo calado social, ya que la movilidad nos afecta a todos y entre todos debemos dar soluciones para su mejora. Cierto es, y no miento, que con relativa frecuencia me encuentro con amigos o conocidos que comentan haberme leido, valorando críticamente el contenido del mensaje. En verdad, que algo se incrementa el ego del escritor cuando sus oidos reciben comentarios de este calado, pero sobre todo, me animan a seguir estrujándome el cerebro cada semana para buscar y plasmar temas de actualidad que puedan ser de utilidad y de mejora de la Movilidad Segura que aletea sobre todos mis comentarios y  posturas. Basándome en la línea que planteo, esta semana he optado por tratar un tema tan manido y mal aprovechado como necesario, en el que pocos creen, pero que se hace imprescindible para la formación integral de los ciudadanos. Un tema que precisa de un soporte inicial y permanente, tanto a nivel personal como social. Me refiero a la “Educación”, en este caso, no tanto a la general, sino específicamente a la vial. Y lo haré por motivos de importancia y de actualidad, ya que, a principios de del mes de agosto, una nueva normativa regulará el tratamiento que va a recibir la Educación Vial dentro del currículo de la enseñanza reglada.
Hace un par de meses que la sola presencia e inmediatez de las vacaciones veraniegas ayudaban a subir algunos enteros la autoestima y los ánimos de muchos ciudadanos, sobre todo la de quienes están menos afectados por la puñetera crisis, el hartazgo de los recortes, subida de impuestos, ERES, despidos y rescates. Pero, como suelen hacer todos los políticos, aprovecha el verano para lanzar ciertos puñales o sacar las mordazas, y aprovechando la relajación social y los inconvenientes para la lucha, lanzan subidas, nuevas leyes o medidas de gran calado e importancia.
Como venimos comentando, una de estas píldoras veraniegas ha tenido que ver con el tema del nuevo tratamiento, reforma o enfoque que ha dado el Gobierno al tema de Educación para la Ciudadanía. Como bien recordarán, este tema produjo grandes debates, desde que lo incluyera en el currículo el anterior Gobierno y la correspondiente pretensión de eliminarlo de por quienes están hoy en el poder. Pues parece ser, porque creo que no han terminado de recortar todos los flecos, que Educación para la Ciudadanía no ha sufrido desmoche anunciado, sino más bien una ligera poda sobre algunos aspectos ideológicos. El tema también ha afectado a la Educación Vial, por encontrarse dentro de este gran cajón de sastre de temas vitales para el desarrollo armónico de la formación integral de la ciudadanía. Pues bien, pese a que existían ciertos temores de que fuese eliminada, recortada o infravalorada, podemos decir, que con el BOE 186, del 4 de agosto, al menos, podemos respirar con cierto optimismo, por que la Educación Vial permanecerá en el currículo de Infantil, Primaria y Secundaria, dentro del Área de Educación para la Ciudadanía y en cuarto de la ESO, en el Área de Ético-Cívica. Prácticamente como estaba todo antes, con ligeros matices que la práctica irá desgranando y sin abandonar el tratamiento transversal en las diferentes áreas, cursos, tutorías, actividades complementarias o extraescolares. ¡Algo es algo!
Verdaderamente, quienes van a tener la oportunidad y responsabilidad de que la Educación Vial se implemente en el currículo, van a ser los profesores, los padres y los propios centros. Si queremos que esto llegue a ser real, la mejor manera es que cada colegio o instituto hiciese una apuesta responsable para incluirla de facto,  en el Proyecto Educativo.
El inicio de un nuevo curso puede ser una gran oportunidad para que en los diferentes claustros docentes y en las AMPAs, se dedique algún tiempo para poder hacer realidad este sueño, porque la Educación Vial es fuente de vida, previa a la adquisición de conocimientos.

LO MALO ABUNDA


domingo, 26 de agosto de 2012

EDUCACIÓN VIAL EN EL CURRÍCULO ESCOLAR

M CASTAÑO, 26-09.12Mucho se ha debatido (entre políticos interesados) y de espaldas a la sociedad, sobre EL sentido y conveniencia del Área de Educación para la Ciudadanía dentro del currículo escolar, en la cual se encontraba contemplado el tratamiento de la Educación Vial. 
Teníamos ciertas dudas de cómo iba a ser tratada con la reforma anunciada por el Partido Popular. Incluso nos temíamos lo peor.
Después de luchar largo y tendido, entre todos hemos conseguido que esta materia siga incluida en el currículo: dentro del Área de Educación para la Ciudadanía en Primaria (Tercer Ciclo) y en Secundaria (en 1º, 2º y 3º) y además en 4º dentro del área de Ëtico-Cívica. Prácticamente como estaba todo antes, con ligeros matices. Sin abandonar el tratamiento transversal en las diferentes áreas y cursos. Veremos a ver cómo se traduce a la hora de la verdad y, sobre todo, cómo van a responder los Centros Educativos, profesores y tutores. Porque lo ideal sería que cada Centro Educativo, dentro de su responsabilidad compartida, le diese el tratamiento ideal, que no es otro que incluirla de pleno derecho dentro del Proyecto Educativo del Centro.
Los intereados en este tema, pueden ampliar la información en BOE nº 186, sábado 4 de agosto de 2012. RD 1190/2012, (Página 55692) que modifica los decretos anteriroes: 1513/2006, de 7 de diciembre y el de 1631/2006, de 29 de diciembre. Todo sea por la mejora de la Educación Vial, como fuente de vida y base para la formación integral de las personas que anhelan una Movilidad Segura en convivencia.

martes, 21 de agosto de 2012

LA SEGURIDAD VIAL Y LOS MODELOS SOCIALES



Manuel CASTAÑO, agosto 2012.
En esta sociedad actual, convulsionada por la crisis despiadada, tanto a nivel económico, ético como de valores, no resulta raro levantarnos cada la mañana con más de lo mismo, pero extensible a diversos ámbitos sociales. Por no entrar de lleno en nuestras competencias, dejaremos a un lado la cueva de Bankia con su Alí Babá y los 40 ladrones, el caso Urdangarín con la extensión de su tentáculos, la incoherencia de los políticos que siguen sin recortar sus sueldos y prebendas, pese a que a la ciudadanía nos acogotan con recortes y falsas reformas.  Hoy nos centraremos en la importancia que deben tener los modelos sociales para la buena salud de la Seguridad Vial con sus actitudes y conductas viales adecuadas, porque todos aprendemos a través de la observación e imitación de los modelos de referencia, o lo que es lo mismo, aprendemos de las personas, de su ejemplo y buen hacer. Lo que Albert Bandura denomina como aprendizaje vicario, por observación y por imitación.
¿Qué por qué saco a colación este tipo de aprendizaje social? Pues, porque esta semana me ha dolido leer y ver en diferentes medios de comunicación el mal ejemplo dado por un profesor de autoescuela que seguía impartiendo clases, pese a tener retirado su permiso de conducir por haber consumido todos sus puntos. ¡Esto si que es un mal ejemplo social y para sus alumnos! En primer lugar por haber perdido todos sus puntos, señal de que es un infractor compulsivo. Después, porque ha estado engañando a la DGT sin cumplir la sanción otorgada y además, porque ha dejado por los suelos a su profesión y a la mayoría de los Profesores de Formación Vial. Pero está claro, que en cada profesión (y en esta con más frecuencia de la deseada) podemos encontrar modelos negativos, que además de la sanción administrativa, también merecen ser sancionados socialmente por faltos de ética y de profesionalidad.
Pero, en materia de Seguridad Vial hemos de ser prudentes, sin cargar las tintas a la totalidad, pero será positivo analizar situaciones y colectivos concretos que pueden actuar como modelos eficientes o contramodelos.
No obstante, habrá que resaltar las ventajas e inconvenientes que tienen los modelos sociales de aquellas personas que, por pertenecer a un grupo de determinado rango social, deben ser prescriptores a ultranza, ya que no solamente se la juegan ellos, sino que además está en juego la imagen del grupo al que pertenecen. Es así como podemos entender y comprender que los padres, los abuelos y los adultos en general debemos dar siempre buen ejemplo a los pequeños cuando actuamos como peatones, viajeros o conductores. Por esta misma razón, hay colectivos que deben ser mas exigentes en sus actitudes y comportamientos. Está muy mal que un profesor no respete el paso de peatones, que un Policía Local aparque el coche oficial encima de la acera o donde le venga en gana, que una guardia civil de tráfico te adelante en línea continua pese a no ir de servicio urgente, que un taxista se salte un semáforo o deje al cliente encima de un paso de peatones, que el conductor del autobús salga de la parada por el método del esquinazo, que un profesor de autoescuela enseñe a infringir al alumno, que un conductor de reparto estacione fuera de los espacios que tiene asignado, que un religioso  (incluso con hábito) cruce mal una calle, que el conductor de una ambulancia o el camión de bomberos usen la sirena cuando no es una urgencia, que un político sea capaz de infringir las normas y echarle la culpa a su conductor … y podríamos seguir y seguir engrosando la lista de malos modelos, porque el que esté libre que lance la primera piedra.
Por este motivo, es posible que lo mejor sea empezar por uno mismo reflexionando sobre nuestros comportamientos y nuestras formas de actuar como peatones, viajeros o conductores, no vaya a ser que pongamos verdes a los demás y nosotros nos vayamos de rositas, como hacen los políticos con los recortes que aplican al pueblo y ellos se lavan las manos. Porque en todos los ámbitos, es mejor predicar con el ejemplo y así  llegar a ser modelos a imitar.