miércoles, 18 de enero de 2012

PENSAR Y ACTUAR EN VERDE

                                                                          Manuel CASTAÑO PARDO /Enero, 2012.
La semana pasada el alcalde de Vitoria, Álava o Gasteiz (que de las tres maneras podemos nombrarla), Javier Maroto recogió el premio de la Green Capital 2012, trabajado por su antecesor Paxi López. Porque justo es decir las cosas como son y valorar al que sembró y al que recogió. Este galardón, que exalta a Vitoria como el modelo de ciudad verde y ecológica, ha servido para potenciar muchas cosas buenas en este sobresalto de la crisis que nos acompaña y acogota diariamente. Entre otras cosas, ha ayudado a estrechar lazos y fuerzas entre todas las instituciones políticas y económicas del País Vasco, a lanzar nuevos proyectos de mejora de la ciudad y a generar expectativas de regeneración económica. Gracias a este premio, Vitoria dispondrá de un año entero para hacer realidad la decena de esos nuevos proyectos que tienen como objetivo la mejora del medio ambiente (El anillo verde, el metro soterrado, la fabricación del coche eléctrico de dos plazas, los carriles bicis…). Dispondrá de dinero para realizarlos y esto supondrá que muchos encontrarán la oportunidad de mantener o encontrar su puesto de trabajo. Si esto lo hace realidad, Vitoria será el ejemplo ecológico y dispondrá de una excelente oportunidad de demostrar que pensar y actuar en verde es posible también dentro del fenómeno circulatorio y que además es rentable para la economía, el empleo, el medio ambiente y el desarrollo armónico y sostenible de la ciudad, los ciudadanos y todo su entorno.
Tal impacto e importancia ha tenido la concesión de este galardón como Green Capital, que Vitoria acude este año a la Feria de Fitur, bajo ese paraguas protector del reconocimiento de las cosas bien hechas y de promesa para seguir haciéndolas mejor en el futuro. Como debe ser en toda actividad humana, el refuerzo positivo no solamente ha de servir para colgarse medallas e hincharse como un pavo real, sino también para animarse, sacar fuerzas de superación y continuar trabajando porque pensar en verde es el futuro.
Claro está, que dentro de esta sociedad de consumo, bañada por el síndrome de la crisis, Vitoria también aprovechará el tirón _ hace bien_ para intentar acercar a todos los turistas del mundo mundial y ofrecer en su carta de presentación de Fitur lo mejor de lo mejor de su esencia artística, sus excelentes recetas culinarias, los exquisitos pinchos regados con el zurito o el buen vino del que dispone, su gran oferta hotelera y miles de actividades, ideas y realidades que, sin duda, harán crecer a Vitoria, hacerla cada día más verde, ecológica y habitable para orgullo de todos sus habitantes y del resto de ciudadanos que piensan y actúan en verde. Eso sí, poniendo en alza la bandera de la ecología, donde bien es sabido que los coches y las aglomeraciones turísticas juegan un papel nefasto para su equilibrado desarrollo, si no se toman las medidas oportunas. Porque no siempre el fin (aunque sea loable), justifica los medios.
Confiemos que las buenas voluntades, el buen hacer y el sentido común de los políticos, empresarios y ciudadanos, contribuyan a que esos nuevos proyectos de mejora de la Green Capital se hagan realidad y contribuyan también a la regeneración del empleo y del medio ambiente. Que no se queden en aguas de borraja y que Vitoria sea el paradigma que ilumine al resto de ciudades a seguir pensando y actuando en verde. Por todo lo dicho y para tratar que nuestros sueños se hagan realidad, conmino a todos aquellos que tienen fe, a iniciar una novena a la Virgen Blanca, porque es posible que del dicho al hecho haya un buen trecho. Pese a todo, para Vitoria, sus habitantes y los que pensamos en verde, ¡Zorionak!

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