jueves, 31 de marzo de 2011

CONDUCTOR NOVEL versus V-13

M. CASTAÑO PARDO (28-03-2011)
Hace varios lustros (1974) que el Reglamento General de Vehículos establecía la figura y perfil del “conductor novel”, en aquella persona que obtenía por primera vez su Permiso de Conducir y, en consecuencia, era segregado del resto, colocándole una “L” de potencial peligro. De tal manera ha calado esta peligrosidad que, a fecha de hoy, el resto de conductores cuando vemos un vehículo con la L de learning (aprendiz), inconscientemente, ponemos en marcha todas las alarmas, pensando que el porteador de la L es señal de peligro constante al que hay que evitar por todos los medios. A fecha de hoy, eso ya ha pasado a la historia. Con la reforma del Reglamento, desde el viernes pasado, ya todos los conductores somos iguales. Ya no hay razones para diferenciar al conductor nuevo del experimentado pues la limitación a 80 Km/h, para el novel, ha quedado obsoleta, argumentando que en los tiempos que corren, tenemos mejores y más seguras carreteras, que también ha mejorado la tecnología de los vehículos en cuanto a seguridad activa y pasiva, que la formación inicial y permanente de los profesores de Autoescuela es de más calidad, que además se ha reducido la tasa de alcoholemia para estos conductores a 0.15 mg. por litros de alcohol y que, por si fuera poco, los conductores noveles parten con un haber de 8 puntos, en vez de 12, en el Carné de Conducir por Puntos. Pese a todo, y aún considerando que el conductor novel tiene derecho a la igualdad, por las razones expresadas y que no existe motivo alguno para la discriminación ni para la seguridad, no se le puede dejar ir de rositas. La señal V-13, que así la denomina el Reglamento y que hace referencia a la “Ele” de color blanco con fondo verde, esa sí que la deben llevar durante el primer año de experiencia en la conducción. Por dos simples razones de peso: para indicar que ahí va un conductor con poca experiencia y, además, para reclamar mayor comprensión del colectivo de conductores experimentados. ¡Ya no vale decir: novato tenía que ser! Sobre las primeras argumentaciones para la Seguridad Vial, puede que hay muchas controversias, porque hay muchos intereses y puntos de vista: las asociaciones de víctimas de tráfico manifiestan sus posiciones. El presidente de la Asociación Estatal, Francisco Canes, reconoce que la anterior norma era un «brindis al sol» que no se podía controlar, debido a que muchas personas señalaban a otro conductor como responsable de la infracción y se muestra a favor. Por el contrario, desde Stop Accidentes, se muestra «indignación», al asegurar que se trata de una solución «de locos» al incrementar la velocidad. Por otra parte, la organización de Defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA), también comparte esta decisión, aunque exige una mejora en el proceso de aprendizaje en la conducción y que hay que obligar a los aspirantes a enfrentarse a condiciones reales del tráfico antes de obtener la autorización para conducir. ¡Sobre gustos no hay nada escrito! Sobre la permanencia de la señal V-13, parece ser que entra en contradicción con las primeras argumentaciones, pues si el novel es seguro en esencia, no hay porqué ponerle trabas en presencia. Sí que se podría haber aprovechado el momento para cambiar la “L” (anglicismo) por la “A” (castellano) de aprendiz. Pese a todo lo mencionado anteriormente, no podemos olvidar la realidad contrastada por las estadísticas de que los conductores noveles son más seguros en el primer año de conducción, por ser más prudentes y sensatos. Esperemos que este cambio no modifique las buenas estadísticas y sirva para mejorar la fluidez y la seguridad de todos los conductores.

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