domingo, 1 de mayo de 2011

Excursiones y cinturones de seguridad.

Manuel CASTAÑO PARDO, 1, mayo, 2011

Desde hace varias décadas, con la llegada de la primavera y el final de curso, se incrementan, de forma significativa, las excursiones y viajes de los escolares, utilizando el autocar.
Este vehículo se adapta fácilmente a los intereses de los usuarios, porque es cómodo, barato y normalmente seguro.
Sobre el tema de la seguridad de los autocares, es de lo que venimos a hablar hoy, pues no siempre la teoría coincide con la práctica, ya que la seguridad debe estar por encima del resto de las ventajas, siendo lo prioritaria y consustancial a la hora de contratar los servicios.
Como bien sabemos, desde el 20 de octubre del año 2007, todos los autocares de nueva matriculación deberán contar con cinturones de seguridad en todas las plazas. Pero, la actual legislación permite, como situación insólita e incomprensible, que los autocares matriculados antes de la fecha, puedan circular hasta el 2016, sin llevar esta medida de protección. Es decir, que cuando se contrata un autocar, tendremos que tener los ojos bien abiertos, porque se puede dar por sentado que, en teoría, tendrá incorporados los cinturones de seguridad, pero, en la práctica, es posible que no y nos den gato por liebre.
Ante esta doble situación, diferentes colectivos sociales han comenzado a tomar posturas para lograr una Movilidad Segura. En este sentido, hay centros escolares o los profesores responsables del contrato de estos servicios, que ponen como condición, que todos los autocares lleven los cinturones instalados (Mejor con triple anclaje), que cada alumno vaya en su plaza y bien sujeto, porque en definitiva, ellos van a ser los responsables. También, muchas asociaciones de padres y madres, vienen reclamando que se instalen en todos los autocares, independientemente de su fecha de matriculación, porque la seguridad de sus hijos puede estar en peligro. En esta misma línea, pese a que para las compañías de transporte la renovación de la flota o la instalación de estos dispositivos de seguridad les supone una inversión importante, la mayor parte de ellas han considerado que es una buena inversión y los han instalado.
Así mismo, Tráfico reconoce que es un problema serio, porque está demostrado que el cinturón es seguridad y vida. Si un autobús choca a 30 kilómetros por hora, la probabilidad de mantener a un niño en su asiento, sin que salga despedido, es prácticamente nula. Los estudios demuestran que utilizando el cinturón de seguridad en el momento del accidente, especialmente en los vuelcos, se tiene una probabilidad significativamente menor de sufrir lesiones graves o mortales. Así pues, consideramos que sólo un cambio en la ley, la postura firme de los padres, profesores, Centros Escolares y la concienciación de las empresas de autobuses, podrán reducir este peligro para los viajeros y especialmente para los más menores.
No podemos olvidar que como pasajeros, tenemos la obligación de abrochárnoslo siempre que esté disponible. Tenemos el derecho rechazar a los autocares que no los lleven. Además, tenemos que ser conscientes que el autobús es un medio de transporte bastante seguro, pero que es más seguro si va equipado con cinturones y los viajeros nos los ponemos de forma adecuada, porque el cinturón salva vidas y evita lesiones o muertes en caso de accidente.

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