martes, 21 de agosto de 2012

LA SEGURIDAD VIAL Y LOS MODELOS SOCIALES



Manuel CASTAÑO, agosto 2012.
En esta sociedad actual, convulsionada por la crisis despiadada, tanto a nivel económico, ético como de valores, no resulta raro levantarnos cada la mañana con más de lo mismo, pero extensible a diversos ámbitos sociales. Por no entrar de lleno en nuestras competencias, dejaremos a un lado la cueva de Bankia con su Alí Babá y los 40 ladrones, el caso Urdangarín con la extensión de su tentáculos, la incoherencia de los políticos que siguen sin recortar sus sueldos y prebendas, pese a que a la ciudadanía nos acogotan con recortes y falsas reformas.  Hoy nos centraremos en la importancia que deben tener los modelos sociales para la buena salud de la Seguridad Vial con sus actitudes y conductas viales adecuadas, porque todos aprendemos a través de la observación e imitación de los modelos de referencia, o lo que es lo mismo, aprendemos de las personas, de su ejemplo y buen hacer. Lo que Albert Bandura denomina como aprendizaje vicario, por observación y por imitación.
¿Qué por qué saco a colación este tipo de aprendizaje social? Pues, porque esta semana me ha dolido leer y ver en diferentes medios de comunicación el mal ejemplo dado por un profesor de autoescuela que seguía impartiendo clases, pese a tener retirado su permiso de conducir por haber consumido todos sus puntos. ¡Esto si que es un mal ejemplo social y para sus alumnos! En primer lugar por haber perdido todos sus puntos, señal de que es un infractor compulsivo. Después, porque ha estado engañando a la DGT sin cumplir la sanción otorgada y además, porque ha dejado por los suelos a su profesión y a la mayoría de los Profesores de Formación Vial. Pero está claro, que en cada profesión (y en esta con más frecuencia de la deseada) podemos encontrar modelos negativos, que además de la sanción administrativa, también merecen ser sancionados socialmente por faltos de ética y de profesionalidad.
Pero, en materia de Seguridad Vial hemos de ser prudentes, sin cargar las tintas a la totalidad, pero será positivo analizar situaciones y colectivos concretos que pueden actuar como modelos eficientes o contramodelos.
No obstante, habrá que resaltar las ventajas e inconvenientes que tienen los modelos sociales de aquellas personas que, por pertenecer a un grupo de determinado rango social, deben ser prescriptores a ultranza, ya que no solamente se la juegan ellos, sino que además está en juego la imagen del grupo al que pertenecen. Es así como podemos entender y comprender que los padres, los abuelos y los adultos en general debemos dar siempre buen ejemplo a los pequeños cuando actuamos como peatones, viajeros o conductores. Por esta misma razón, hay colectivos que deben ser mas exigentes en sus actitudes y comportamientos. Está muy mal que un profesor no respete el paso de peatones, que un Policía Local aparque el coche oficial encima de la acera o donde le venga en gana, que una guardia civil de tráfico te adelante en línea continua pese a no ir de servicio urgente, que un taxista se salte un semáforo o deje al cliente encima de un paso de peatones, que el conductor del autobús salga de la parada por el método del esquinazo, que un profesor de autoescuela enseñe a infringir al alumno, que un conductor de reparto estacione fuera de los espacios que tiene asignado, que un religioso  (incluso con hábito) cruce mal una calle, que el conductor de una ambulancia o el camión de bomberos usen la sirena cuando no es una urgencia, que un político sea capaz de infringir las normas y echarle la culpa a su conductor … y podríamos seguir y seguir engrosando la lista de malos modelos, porque el que esté libre que lance la primera piedra.
Por este motivo, es posible que lo mejor sea empezar por uno mismo reflexionando sobre nuestros comportamientos y nuestras formas de actuar como peatones, viajeros o conductores, no vaya a ser que pongamos verdes a los demás y nosotros nos vayamos de rositas, como hacen los políticos con los recortes que aplican al pueblo y ellos se lavan las manos. Porque en todos los ámbitos, es mejor predicar con el ejemplo y así  llegar a ser modelos a imitar.

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