martes, 5 de junio de 2012

LA SEGURIDAD VIAL SE TAMBALEA POR EL CONSUMO DE ALCOHOL


M. CASTAÑO, 4 DE JUNIO DE 2012.

En un país como España, bendecido con generosidad por el dios Baco que propicia caldos exquisitos, venerados y degustados por tantos y tantos feligreses, no resulta nada fácil concienciar a un sector de la población de que el mal consumo es nefasto para la salud y para la seguridad. Pero no por eso hay que rendirse y la DGT, consciente y constante,  trata de concienciar a los conductores, desde hace tres décadas, a través de sus campañas divulgativas. Podemos aportar una ráfaga fugaz sobre las ventajas e inconvenientes del alcohol, recurriendo a la colección literaria de frases relativas al líquido elemento relatadas por personajes célebres, los refranes, las sentencias, las canciones, los poemas y también en su connivencia y relación con la gastronomía, el amor, los elogios, el placer, la fiesta, el trabajo y de sus bondades a la hora de olvidar problemas y de matar penas, de favorecer el buen humor, de vencer la vergüenza o la timidez, de potenciar el machismo…  En unas y otras fuentes se relata, exalta o vitupera, con originalidad y agudeza, aquello que aporta y da con generosidad el vino y otros alcoholes. Y, de verdad, que algunos no perciben el riesgo del alcohol en la conducción, máxime cuando con tanta frecuencia y facilidad es exaltado por el refranero, por los poetas,  los políticos , los pintores, los escritores … y que la costumbre social lo hace fácil en el uso y en la proximidad cuando es un recurso frecuente  para mil variedades de brindis en las correspondientes celebraciones que, normalmente animan a beber, con la consabida frase de arriba, abajo, al centro y para dentro, en donde el que no bebe suele ser sancionado.
Está claro que la DGT  lo tiene muy difícil al intentar concienciarnos de que el alcohol y la conducción están totalmente reñidos y que combinarlos perjudica seriamente a la Seguridad Vial de quien bebe, pero sobre todo, de quienes tengan la desgracia de encontrarse con un conductor beodo.
Desde la década de los ochenta la DGT no ha cejado en el intento y, año tras año, ha diseñado e implementado campañas de concienciación iniciadas con el sempiterno mensaje  “Si bebes, no conduzcas” de Stevie Wonder. En años sucesivos, el cóctel de campañas contra el consumo de alcohol ha sido variado, pero siempre con el mismo objetivo. Y todos sabemos y recordamos que se recurrió a diferentes enfoques, reflejados en mensajes de extrema dureza o de proximidad, tales como: Te lo dice un amigo, la vida es el viaje más hermoso, la dura realidad de un accidente, no te la juegues a copas … Y también nos recuerda la hemeroteca que muchas de estas campañas fueron premiadas en certámenes internacionales de publicidad, que en su momento impactaron en los ciudadanos, pero que lamentablemente no se ha cumplido el objetivo total deseado, ya que todavía existe un buen grupo de conductores insensatos que mezclan la bebida alcohólica con el uso del volante y, además, que la sociedad sigue siendo demasiado permisiva con este grupo de conductores.
Por este motivo, desde la Estrategia de Seguridad Vial europea y española se sigue insistiendo para reducir el grupo de borrachos al volante, ya que el alcohol sigue estando presente en la sangre y en los pulmones de muchos conductores y este es uno de los factores claves para incrementar la siniestralidad. Por eso, la DGT sabe que todos los esfuerzos son pocos y reclama la responsabilidad compartida de todos los ciudadanos. En este sentido, no estaría mal que cada uno de nosotros etiquetase bien al borracho del grupo y que actuase en positivo y de forma activa, bien impidiendo que conduzca en ese estado, bien negándose a subir en un coche conducido por alguien que haya ingerido alcohol. Porque si todos nos sumamos a la campaña actual de que la carretera nos pide SIN es posible que comprendamos y valoremos que lo que se va e vino, se va en lágrimas y suspiros.

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